El término arte povera (del italiano "arte pobre") es una tendencia dada a conocer a finales de la [década de 1960], (aunque el español Josep Maria Jujol ya realizó obras que encajan dentro de su descripción a principios de siglo) cuyos creadores utilizan materiales considerados 'pobres', de muy fácil obtención, como madera, hojas o rocas, vajilla, placas de plomo o cristal, vegetales, telas, carbón o arcilla, o también materiales de desecho y, por lo tanto, carentes de valor.
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Mario Merz |
El arte povera, rechazaba los iconos de los mass media y las imágenes reductivistas, así como también las industriales del pop art y el minimalismo. Propone un modelo de extremismo operacional basado en valores marginales y pobres. Utiliza un alto grado de creatividad y espontaneidad e implica una recuperación de la inspiración, la energía, el placer y la ilusión convertida en utopía. El arte povera prefiere el contacto directo con los materiales sin significación cultural alguna, materiales que no importa su procedencia, ni uso, que
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Mario Merz, Igloo Ticino, 1990 |
Acuñado por el crítico y comisario de arte italiano German Celanteira en 1967 para el catálogo de la exposición 'Arte povera – Im Spazio', intentaba describir la tendencia de una nueva generación de artistas italianos de trabajar con materiales nada tradicionales y supuso una importantísima reflexión estética sobre las relaciones entre el material, la obra y su proceso de fabricación y también un claro rechazo hacia la creciente industrialización, metalización y mecanización del mundo que les rodeaba, incluido el del arte. Aunque originario de ciudades como Turín, Milán, Génova o Roma y de carácter muy heterogéneo, el movimiento tuvo en seguida mucha influencia, gracias a la documenta V de Kassel, en las escenas artísticas europea y americana.
El término se usó por primera vez una exposición veneciana en el año 1967.
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